#OBP
Todos nos ponemos de acuerdo en lo mismo: a los argentinos nos hace falta comunicación, nos hace falta empatía, ponernos en el zapato del otro. Argentina es un país muy rico, un país muy diverso. ¿Qué nos pasa, porque no nos podemos poner de acuerdo?
Misiones estuvo casi veinte días en el foco de la prensa de todo el país. Parecía que la provincia iba a estallar, así lo mostraban algunos programas televisivos y en las redes sociales se veían fotos increíbles. Pero ya saben, no todo es lo que parece. Hay mucho ruido en las redes, un ruido que viene erosionando las democracias, entonces debemos estar más atentos.
Distintos sectores de la administración pública venían anunciando sus reclamos salariales desde principio de año y a principio de mayo el conflicto había escalado. La situación se terminó de desmadrar cuando la policía cortó una artería comercial con patrulleros, hasta llegaron a instalar un acampe de unas tres cuadras. Una situación indeseable por el ruido que no construye.
Los docentes, los empleados de salud pública y hasta los guardaparques sumaron sus carpas y pancartas. Las protestas se extendían en los municipios más grandes, se movilizaron algunos efectivos federales la ciudad de Posadas, hubo roses, empujones, disturbios en las puertas de la Legislatura en plena sesión. El ruido aumentaba.
Los trabajadores decían que no había diálogo de parte de las autoridades y del otro lado de la mesa decían lo contrario. Las dos partes querían dialogar pero por diversos factores había ruido en la línea. Intereses políticos y sindicales, mezquindades e ignorancia, y ruido, mucho ruido.
Mayo fue un mes de mucha tensión, especialmente en Misiones, pero si se suben a una escalera muy alta, van a ver que en el resto del país también hubo tensión, si suben más verán un mundo con mucha tensión.
Trabajemos entre todos en tender lazos para la resolución de conflictos, seamos mediadores solidarios. Desde OBP creemos que entre todos debemos colaborar para que las comunidades, la sociedad civil y los gobiernos tengan un diálogo fluido y sin ruido.
Ayúdanos a promover sociedades que respeten y defiendan los derechos humanos y a contribuir a fortalecer instituciones más eficaces e inclusivas. Bajemos el ruido y dialoguemos más.
Tengamos más diálogo, seamos más empáticos, póngannos en el lugar del otro.